

Una novela que es, ante todo, un proceso de destrucción personal, un viaje desde la felicidad al vacío y desde el vacío a la nada.
Nos adentra en la cotidianidad universal de los sentimientos, en los desgarros que producen las ausencias y en la oquedad a la que conducen las sectas. Claro es que todo viaje de ida puede tener su camino de vuelta. Un camino que, para emprenderlo y recorrerlo, siempre volverá a necesitar de unos mismos, pero nuevos, impulsos y equipajes: los del amor.